Artículo interesante

Interesante artículo aparecido el día 19 de julio en Diario de Ibiza de la periodista Raquel Sáchez. En este artículo la psicóloga Minaya Benavente explica el estrés que puede sufrir la gente que vive en Ibiza en agosto.

Manual de supervivencia
Para no acabar la temporada turística completamente estresados hay que seguir unas pautas básicas. La más importante es evitar el mal humor y para lograrlo hay que saber organizar el tiempo, descansar y poner en su sitio a los visitantes demasiado absorbentes.

El aumento de la carga laboral, los malos hábitos alimenticios y de sueño, la mala organización del tiempo, las visitas de familiares y amigos… Son muchos los factores que en verano incrementan el estrés y hay que saber combatirlos.

En Ibiza estrés y verano son, con demasiada frecuencia, vocablos inseparables. El calor y la humedad son factores naturales que propician esta tensión, pero hay otras circunsctancias que agravan la sensación de agobio en estas fechas. La psicóloga Minaya Benavente, vocal del Colegio de Psicólogos de Ibiza y Formentera, explica que el estrés afecta a quienes viven en la isla todo el año y también a los trabajadores de temporada, pero por motivos diferentes.Los residentes se agobian porque, de repente, la isla se llena de gente, el tráfico se vuelve infernal, es imposible encontrar aparcamiento, se llega tarde a todas partes y, además, muchos tienen a los niños en casa por vacaciones escolares y a pesar de ser el momento del año en que menos tiempo tienen para atenderles. «A priori debería ser más sencillo, porque ya no tienes que preocuparte por sus horarios, por recogerles de las actividades escolares… pero en ocasiones no sabemos estar con ellos», señala la experta. Pero son las visitas estivales las que más caos crean en un hogar. «No se acuerdan de que vives aquí hasta que llega agosto, tragas con gente que no es ni familia ni amigos, por puro compromiso, y encima quieres agradarles sobremanera, a pesar de que estás trabajando. Haces la compra pensando en los visitantes y quieres tener la casa aún más limpia», apunta. Como consecuencia, se duerme mal, no se respetan ni las horas de descanso ni las siestas y se come peor. Si el tráfico, los niños en casa y el cambio de hábitos afectan a los ibicencos, los trabajadores de temporada padecen por la cantidad de horas que trabajan y el tipo de turnos que deben hacer. «En hostelería es muy frecuente que cuando salen del trabajo no se puedan dormir. Tienen el ritmo de sueño cambiado, pero no es lo mismo dormir de día que de noche. Además, muchos no vienen solo para hacer la temporada sino que también quieren ir de fiesta», añade.Para combatir el estrés estival, Benavente recomienda marcarse un horario de sueño con un mínimo de siete horas diarias y procurar que la alimentación sea ordenada y sana, evitar la ingesta diaria de paellas y bocadillos y decantarse por la fruta y platos ligeros. Aconseja también prever que se tardará más en llegar a los sitios y salir con antelación. Otra pauta a seguir es reservarse 15 minutos de ocio personal al día y aprovechar el tiempo libre, no para poner lavadoras sino para ir a la playa, de cena o tomar un café. La norma principal es estar de buen humor: los pensamientos negativos estresan.

Con las visitas

Advertir de que trabajamos

Avisar a los invitados de que debemos seguir con nuestra rutina diaria, de que intentaremos estar con ellos algún día pero no va a ser lo habitual.

Preparar menú de 15 días

Elaborar un listado de comidas y cenas para dos semanas, de manera que luego no tengamos que pensar cada día qué hacer.

«Obligarles» a colaborar.

Repartir las tareas de la casa: cada día puede hacer la cena una persona diferente, pueden poner la lavadora…

Aprender a decir «no»

Hay gente que quiere visitarnos pero no nos apetece. Hay que ser egoísta, explicarles que es una mala época e invitarles a que vengan en enero. La mayoría no lo hará.

Ruta de excursiones

Preparar un guión con las playas y restaurantes que les recomiendas, dárselo y dejar que se pierdan por la isla. Plastificarlo para futuras visitas.

No salir todas las noches

Recuerda que, al día siguiente, tú sí trabajas.

No desvivimos por ellos

Si estuvieras de vacaciones les darías más comodidades, pero no lo estás.